Con el avance de la Transformación Digital y la popularización del metaverso, las criptomonedas se han venido volviendo una tendencia.
Las criptomonedas como el Bitcoin se han venido popularizando en todo el mundo y varias empresas ya las han utilizado en la realización de sus transacciones. Son monedas digitales descentralizadas que permiten la realización de transacciones financieras online entre personas sin la necesidad de depender de un intermediario legal regulador.
Al ganar cada vez más popularidad a lo largo de los años, principalmente con el avance de la Transformación Digital y del metaverso, las criptomonedas están creando nuevas oportunidades para la economía y para los negocios.
Sin embargo, aunque se consideren grandes facilitadoras, su crecimiento también desencadenó una serie de ataques cibernéticos y actividades ilícitas, lo cual ha preocupado a muchas empresas y usuarios. Además de afectar la ciberseguridad de los negocios.
Por lo tanto, es fundamental entender si las criptomonedas son realmente seguras. Lea el siguiente contenido y entienda cómo las pueden utilizar para el ciberdelito:
¿Qué es criptomoneda?
Antes que nada, la criptomoneda se puede describir como una moneda digital, puesto que solo existe en Internet. Para que ese "dinero virtual" funcione adecuadamente, las criptomonedas se crean con base en sistemas avanzados de cifrado.
Además, funciona de modo descentralizado, puesto que la administración de transferencias y emisiones no está atribuida a ningún órgano o gobierno. Por lo tanto, no tienen vínculo con instituciones financieras, lo cual hace que no tengan ningún tipo de autoridad normativa.
Esto permite que las criptomonedas tengan tasas mucho más bajas y, prácticamente, ninguna burocracia, lo que estimula a cada vez más empresas a utilizarla como medio de pago para servicios adquiridos por la red.
¿Cómo las criptomonedas pueden utilizarse para el ciberdelito?
Las transacciones hechas con monedas digitales son públicas, rastreables y almacenadas en la red y cualquier persona que tenga su dirección electrónica puede verlas. Debido a esto, son consideradas muy seguras.
Sin embargo, es necesario tener algunos puntos de atención, puesto que pueden ser creadas por cualquier persona, sin la necesidad de una identidad real. De este modo, lo que se puede rastrear es solamente la billetera digital de las transacciones y no el usuario.
De este modo, el cifrado del proceso hace difícil que las autoridades puedan rastrear las posibles actividades ilícitas que involucran criptomonedas, lo cual lleva a los ciberdelincuentes a aprovecharse de la privacidad para utilizar el dinero de forma ilegal.
Esta brecha en la tecnología ha incentivado a muchas personas malintencionadas a adoptar monedas como el Bitcoin para mover grandes cantidades de manera ilegal, sin preocuparse con indagaciones bancarias. Esto permite que los delincuentes "laven" el dinero sucio, cambiando las monedas por dinero convencional.
Otra forma en la que los hackers han explorado las criptomonedas es por medio del ataque Cryptojacking. Esta amenaza utiliza el poder de procesamiento de los computadores de las víctimas para hacer minería de criptomonedas.
De este modo, los delincuentes asumen el control de otros usuarios, utilizándolo de modo fraudulento y logrando emitir bitcoins u otras monedas digitales a cambio.
Frente a esta nueva realidad de transacciones financieras, las empresas deben doblar sus cuidados para garantizar que ninguna amenaza tenga acceso a sus activos digitales.
Por lo tanto, es fundamental recordar que, así como se pueden utilizar para el mal, las criptomonedas también son capaces de proporcionar muchos beneficios para los negocios. Por lo tanto, es importante prevenirse, establecer procesos y políticas de seguridad reforzados, además de contar con buenas herramientas y profesionales especializados para dificultar ese tipo de ataque.