El desarrollo de estrategias de administración de datos por las PYME es un desafío.
Una increíble cantidad de datos es recolectada y actualmente almacenada por las empresas. ¿Qué hacer con estos? Cómo utilizarlos y transformarlos en información relevante es un desafío latente en las organizaciones. Para tener una idea de la cantidad de datos producidos, el IDC hace una cálculo que para 2020, estarán circulando cerca de 44 zettabytes, siendo que cada zettabyte equivale a 1 billón de terabytes.
Para las empresas, capturar y almacenar datos, sobre todo para aquellas de pequeña y mediana talla, es la coyuntura entre ser o no competitivo, pues representa una oportunidad de crecimiento ya que permite analizar tendencias y preferencias de los clientes. En un mercado con mucha competencia, como en la web, esos datos pueden generar ventajas competitivas.
En tanto, de la misma forma que es fundamental entrar en el área de los grandes datos, es necesario estar atento a la infraestructura necesaria para recogerlos, manejarlos y almacenarlos. Otra gran amenaza ignorada es que la falta de infraestructura también perjudica la protección de esos datos, haciéndolos vulnerables ante los ataques de hackers y también, por más incongruente que suene, a violaciones que son hechas por agentes internos.
Una recomendación para las PYMEs, es realizar un análisis del valor real de los datos, con el fin de identificar riesgos potenciales. Esa acción podrá colaborar concretamente para definir las estrategias de datos y evitar los que no sean necesarios. Sobre todo para esas empresas, puede ser difícil establecer las directrices para una política de gestión de datos, sobre todo cuando el panorama se visualiza escaso en recursos económicos y humanos.
Abajo, se presentan 4 sugerencias para que la empresa pueda comenzar a crear las estrategias de administración de datos. Básicamente, estas deben contemplar: el mapeo de cuáles se consideran importantes para el negocio, capacidad para analizarlos, costos para proteger los datos y por cuánto tiempo mantenerlos.
Confirme:
1- Mapear la importancia de los datos recolectados de acuerdo con los objetivos del negocio
Evite la recolección de datos sin un análisis. Establecer cuidadosamente criterios para la recolección de datos, ayuda no sólo a alcanzar objetivos trazados, sino que también impacta directamente en el desempeño, además ayuda a la propia recolección de los datos sensibles.
2- Capacidad para recolectar, administrar y analizar los datos recolectados
El siguiente paso, después de la comprensión del valor de los datos para el negocio, es registrar de forma sumamente honesta si la empresa tiene recursos tecnológicos y humanos que puedan y sepan manejarlos. De nada servirá la recolección si no existen equipos y procesos capaces de administrar y analizarlos de manera que estos se conviertan en subsidios de valor para la empresa.
3- Nivel de seguridad y costo para proteger datos sensibles
La seguridad debe ser una preocupación en todos los sectores, sin embargo, los datos sensibles piden acciones especiales que pueden exigir más recursos y herramientas de protección. Un ejemplo de datos sensibles son los números de la tarjeta de crédito, contraseñas y datos personales de usuarios. Cualquier violación a las medidas de seguridad que exponga cualquiera de esos datos, puede significar un alto costo.
4- Establecer un tiempo para mantenimiento de datos sensibles
Es bastante común que las empresas recojan datos, sin establecer el tiempo que estas informaciones permanecerán en su poder. Una política interesante en la administración de datos, es justamente establecer un plan para eliminar datos después de un tiempo considerado ideal y relevante para su uso en los negocios.
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