El crecimiento constante de la virtualización, hace que la TI necesite establecer Infraestructuras de Desktop Virtual para aumentar la eficiencia de las empresas.
La virtualización de desktops es una práctica que crece día a día, especialmente con el aumento del uso de la computación en la nube. A través de ella, se busca una mayor movilidad y accesibilidad a los datos relevantes para las empresas, estandarizando los procesos y reduciendo los gastos en equipos, energía y mantenimiento.
La virtualización, es visto como una manera de ofrecer a los usuarios diferentes formas para administrar de manera más eficiente el sistema operativo y las aplicaciones a distancia, a través de máquinas virtuales (VM) y de servidores de forma remota. Esta es una tecnología que ofrece varias ventajas y desventajas, pero que puede representar nuevos retos para las empresas.
Hay varios beneficios relacionados con la virtualización de desktops, para aprovecharlos se necesita comprender y estructurar correctamente la Infraestructura de Desktop Virtual (Virtual Desktop Infrastructure - VDI).
El primer punto que sobresale es que la VDI es altamente sensible y, en caso de fallas en la estructura, acaba afectando el rendimiento de varios usuarios simultáneamente. Por lo tanto, invertir en su monitoreo constante es esencial para que estos problemas no sobrecarguen al equipo de TI, garantizando el buen funcionamiento y la optimización del entorno.
Es debido a esta sensibilidad que, a menudo, esta virtualización puede no ser adecuada para una empresa o desktop. Incluso con los muchos beneficios que ofrece, debe ser analizada para verificar cuáles son los efectos positivos que serán entregados de manera efectiva.
Muchas empresas terminan perdiendo los beneficios que puede ofrecer la VDI, al implementarla en un contexto donde no funciona como una solución de los problemas de la empresa. Usarla sólo como una tecnología más, acaba por causar fallas en el proyecto. Esto se debe a que la infraestructura de Desktop Virtual no está destinada a sustituir por completo las infraestructuras tradicionales, sino que las complementa, llenando vacíos específicos y ofreciéndoles mayor agilidad y accesibilidad a los procesos.
Por lo tanto, implementar entornos VDI, se muestra más complicado de lo esperado. El almacenamiento en red representa un alto costo inicial, a pesar de que su implementación trae menos costos, presenta una escala ineficaz y un rendimiento impredecible. Estas características desmotivan la adopción de esta infraestructura.
Sin embargo, todas las dificultades impuestas por un proceso de virtualización pueden ser reducidas o eliminadas con la elección de la solución correcta. Existen herramientas en el mercado capaces de garantizar la simplicidad, rapidez y flexibilidad de la implementación y dimensionamiento para la virtualización.
¿Cómo funciona la VDI?
Comprender las dificultades y los beneficios que ofrece esta tecnología y determinar si puede ser una solución para los negocios de sus clientes, depende, en primer lugar, de la comprensión de su funcionamiento. Tomando como base de observación lo básico del funcionamiento, que se estructura de una relación cliente-servidor, donde la VDI es el servidor y el cliente son los dispositivos que lo acceden.
También puede desarrollarse sobre la base de 3 arquitecturas de referencia y acceso:
Thin client: es la arquitectura más aplicada en proyectos VDI, se establece por medio de una máquina que no tiene almacenamiento local, que sólo sirve como puerta de entrada a la sesión virtual de desktop.
Thick client: con forma de acceso igual al del Thin Client, ofrece además el espacio de almacenamiento local para los usuarios. Este elemento amplía su complejidad de gestión, al exigir la atención al entorno local, además del virtualizarlo.
Dispositivos móviles: Tienen mayores exigencias en relación con la madurez de la VDI y de la seguridad, de forma que, generalmente, sólo las utilizan las organizaciones, lo que garantiza un mejor control del entorno debido al pequeño número de usuarios.
- Para implementar la VDI, antes de considerar el público que debe atender y los hardwares ofrecidos, se necesita de 3 tipos de información:
- Saber si el sistema operativo se puede ejecutar correctamente dentro del sistema VDI adoptado;
- Definir cómo el cliente se conectará al servidor, verificando si la red cumple con las expectativas respecto a los protocolos, y en la eliminación de cuellos de botella potenciales en las puertas de seguridad;
- Observar si el hardware que servirá de estructura final proporciona la velocidad y la disponibilidad necesarias para que el usuario pueda llevar a cabo sus actividades.
VDI en el mercado
La gran atención que se le ha dado a esta infraestructura es un reflejo directo del crecimiento constante de la propia virtualización de desktops, que se expande rápidamente. Es una tecnología que ha venido adaptándose por empresas de diferentes tamaños y que atrae, sobre todo, a aquellas que dependen de trabajos realizados de forma remota y que necesitan aumentar la seguridad de sus procesos y datos.
A medida que las empresas crecen, sus procesos dependen de varios ordenadores y equipos para satisfacer la demanda que consiguen. Este aumento del número de máquinas afecta a una serie de procesos, ya que se hace más difícil actualizar los sistemas operativos, los softwares esenciales para los trabajos y garantizar la seguridad de la red, aumentando el riesgo de errores.
Es por la gran posibilidad de errores y por el mayor riesgo, que un gran volumen de computadoras de infraestructuras virtualizadas de desktops se expanda, lo que permite la reducción del número de máquinas, la capacidad de actualizar los softwares a través de un computador servidor que replica las configuraciones para las máquinas clientes y la reducción de los esfuerzos utilizados.
De esta manera, los canales pueden ofrecerles a sus clientes, maneras para obtener la potencia de procesamiento y el almacenamiento de un data center sin sobrecargar los desktops que poseen, usando su propio data center para controlar todos los procesos, actualizaciones y configuraciones de seguridad de los demás equipos.
Estos procesos hacen la diferencia al permitir la reducción de los esfuerzos y de la necesidad de grandes volúmenes de equipos, lo que significa una reducción de los costos y el consiguiente aumento de la rentabilidad y la productividad.