Las organizaciones que sepan administrar los cambios impuestos, acelerando la transformación digital, estarán más preparadas para el mundo post-COVID-19.
Durante la pandemia del nuevo coronavirus (el COVID-19), empresas de todo el mundo debieron adoptar nuevas políticas de trabajo para garantizar el giro de la economía y la supervivencia del negocio, incluso las de TI.
Frente a estos cambios, la metodología Agile se empleó para impulsar las estrategias de recuperación comercial y suministro de tecnologías. Esas medidas rápidas parecen haber sido la solución más segura y eficiente.
Para entender más sobre la metodología Agile, sigue leyendo el artículo. Separamos toda la información de cómo se debería posicionar la TI frente al mercado post-pandemia.
¿Qué es la metodología Agile?
De acuerdo con el NIGP (Institute for Public Procurement), la metodología Agile es un enfoque de compra flexible, colaborativo y orientado a resultados.
Su implementación exige, más que conocimiento técnico en TI, un cambio en la cultura organizacional de la empresa. Todos los procesos ligados a la operación de venta deberán actualizarse para satisfacer esa nueva propuesta, y el equipo deberá prepararse para comprender la necesidad de esos cambios, el peso de su trabajo en el proceso y poner el plan operacional en acción.
Por lo tanto, para que la metodología Agile funcione de forma eficaz, es esencial que la fuerza de trabajo esté comprometida, en especial el departamento de TI.
Esto se debe a que, con el mundo en cuarentena, la demanda de tecnologías y recursos digitales es cada vez más grande, incluso en el sector de ventas. Es decir, el departamento tiene un papel fundamental en el proceso de implementación y viabilización de la metodología Agile en el ambiente digital.
¿Por qué usar la metodología Agile?
Frente a este escenario pandémico, en el cual una parte significativa de las actividades profesionales y comerciales se está haciendo a distancia, el mercado ha exigido soluciones cada vez más concisas, rápidas y flexibles. Precisamente, por esto, la metodología Agile es un diferencial.
Amplía las funcionalidades que impulsan la transformación digital del negocio. Además de brindar velocidad a los procesos, permite rever procesos y eliminar burocracias que puedan retardar su participación en el mercado virtual.
Las metodologías tradicionales, de antes de la enfermedad, que se basan en procesos excesivamente cautelosos y largos, por cuestiones de seguridad, ahora pueden configurar un riesgo para la supervivencia del negocio. Después de todo, el mundo digital siempre tiene prisa y si la competencia ofrece soluciones más veloces, se perderá un cliente.
La metodología Agile debe implementarse para agregar valor al negocio por medio de la practicidad. Sea cual sea el ramo de actuación, la TI puede optimizar la participación digital de la empresa y reforzar su posición en el mercado post-COVID-19.
Finalmente, ¿cómo se deberá posicionar la TI frente al mercado post-pandemia?
Además de ser responsable de la estructuración de la metodología Agile, la TI también debe estar atenta a otros recursos de la transformación digital.
Con la cuarentena, gran parte de los trabajadores se vieron obligados a trabajar a distancia. Nos guste o no, el trabajo remoto ya es un nuevo perfil de trabajo, el cual, muy seguramente, se mantendrá en el mercado poscoronavirus.
Por esto, la TI debe explorar las posibilidades para optimizar la productividad, navegabilidad y seguridad de esta política de trabajo.
Otra posibilidad de posicionamiento para la TI es la oferta de soporte para nuevos procesos de comunicación. Empresas de todos los sectores y tamaños buscan nuevas opciones de comunicación a distancia y, considerando que esas alternativas exigirán capacidad de red, baja latencia, banda ancha, seguridad virtual, protección de datos, entre otros, la actuación profesional es amplia.
Además, para las organizaciones más avanzadas en el proceso de transformación digital, la TI puede ayudar en operaciones como:
- presentaciones con paneles interactivos;
- streaming;
- gamificación;
- sistemas de gestión;
- alojamiento en ambientes híbridos;
- computación en la nube;
- actividades de inmersión;
- plataformas de EAD (Educación a distancia);
- teleservicios;
- realidad virtual y aumentada;
- Inteligencia Artificial (IA);
- Internet of Things (IoT).
Entre otras diversas actuaciones. La tecnología es el principal motor para las transformaciones. Todo está online, todo está en la nube. Por esto, la TI debería posicionarse frente al mercado post-pandemia de forma emprendedora y estratégica. Más que un soporte, una solución para el nuevo mundo digital.