Existen muchas posibilidades de que las tecnologías funcionen juntas, pero primero necesitan ser estructuradas.
El blockchain fue creado para transmitir criptomonedas con seguridad, ahora está transformándose en un sistema con otras finalidades ya que no permite la corrupción de datos y retira de los procesos a los intermediarios que pueden interrumpir negociaciones o burocratizar procesos.
Con todas esas ventajas y siendo ésta una tecnología incorruptible, la cadena de bloques es concebida por especialistas como una nueva alternativa en otros procesos empresariales. No solamente en transacciones financieras, sino también en la negociación de propiedades digitales.
La revista Forbes enlistó algunos modos de su uso y ventajas para las empresas, entre estas, administrar registros privados descentralizados y acompañar la procedencia de productos y materiales.
Asociado al Big Data, blockchain se convierte en un gran aliado al ofrecer información más transparente y precisa, ya que el sistema expulsa cualquier entrada de datos sospechosos o que no puedan verificarse. De ese modo, los patrones de comportamiento de los clientes serán más confiables.
Yendo un poco más allá, con blockchain la relación B2C (de empresas para clientes finales) puede ser optimizada, creando una relación en donde el cliente confía en el sistema ofreciendo sus datos personales y de consumo, alimentando directamente el Big Data de la empresa.
En esta cuestión, el cliente percibirá el valor de sus datos personales y podrá negociarlos por descuentos o intercambios en los que ambas partes se beneficien.
De la misma manera, las empresas pueden ofertar sus productos directamente al cliente sin intermediarios, también permitiendo hacer los procesos de pago a través del sistema.
Blockchain e Internet de las Cosas: nuevos desafíos
El mercado del Internet de las Cosas creció considerablemente en los últimos años y con ello el número de invasiones, tanto en residencias como en empresas, sistemas de transporte y en ciudades inteligentes.
Blockchain podría impedir que un dispositivo vulnerable transmita información falsa a lo largo del sistema o, aún en el caso de una sobrecarga en la red, el registro cadena de bloques es capaz de identificar el punto en donde surgió el error.
La relación entre las dos tecnologías aún se encuentra en su primera etapa, pero ya se conocen algunas posibilidades de cómo éstas pueden volverse poderosas contra los ciberataques:
· Rastreando dispositivos conectados a un sistema.
· Autentificando usuarios y dispositivos.
· Manteniendo los datos de forma segura.
· Removiendo el punto de falla.
· Construyendo la confianza entre los procesos de IoT.
· Reduciendo costos al eliminar intermediarios.
Por ello, esta unión es todavía un gran desafío ya que la construcción de un blockchain es relativamente tardada, mientras que para la tecnología IoT las necesidades son en tiempo real. Además, los sensores y dispositivos del Internet de las Cosas pueden ser comprometidos al transmitir información errónea para una cadena de bloques.
Otro desafío es la interdisciplinaridad entre las tecnologías. Existe el interés en registrar de forma inmutable el acceso a la información y por lo tanto es necesaria la administración. Permitiendo el control del ciclo de vida de las actualizaciones. Solamente de esta forma, el IoT y blockchain tienen garantía de cumplimiento, así como de la auditoría inmediata y transparencia de los componentes.
En el estado actual de las tecnologías, en primer lugar, sería ideal garantizar la seguridad de los sensores del IoT, buscando defensas en varias capas con protección de 360 grados. Desde el Gateway, hasta el endpoint además de la creación de una malla de redes más segura, para que los dispositivos conectados transfieran datos sin falsificaciones.
En cuanto el uso de las tecnologías se generaliza, con toda seguridad llegará un punto de intersección en que IoT y blockchain conseguirán trabajar en conjunto y garantizar el potencial de la seguridad, el cual está previsto próximamente.