La tendencia de la computación en la nube es cada vez más popular en las empresas que buscan modelos de negocios más flexibles y económicos.
Trae transformaciones importantes para la gestión de TI, reduciendo la necesidad de infraestructura, optimizando el tiempo, aumentando la productividad del equipo y reduciendo los gastos operativos y de mantenimiento.
Implementar esta gestión es una evolución para las empresas, ya que la mayor parte de la función operativa de la TI correrá por cuenta de la nube, mientas que el equipo puede trabajar en otras estrategias.
La gestión de infraestructura de TI en la nube es la gestión de la operación realizada de forma segura en la nube, sin necesitar una estructura física.
Para que esa gestión ocurra de forma segura, es necesario ofrecerles a las empresas un plan de migración a la nube y una capacitación para los equipos que vayan a administrar las infraestructuras en la nube.
La computación en la nube ya se consideraba una tendencia, incluso antes de la pandemia. Sin embargo, con el distanciamiento social, las demandas sufrieron un crecimiento exponencial y se volvió prácticamente necesaria.
La consultoría Gartner preveía un crecimiento del 55% del sector para 2022. Pero las investigaciones de mercado se realizaron antes de la COVID-19, por lo tanto, es probable que este número sea mucho más alto, ya que la pandemia aceleró la adopción de los servicios de computación en la nube.
En general, esta tecnología es lo más avanzado y accesible que existe, en lo que se refiere a recursos de almacenamiento e intercambio de datos.
Algunas ventajas se notan rápidamente, como la flexibilidad, escalabilidad, optimización de ambientes y de los equipos que cooperan en la gestión del servicio.
Conozca otros beneficios que optimizarán la infraestructura:
Por medio de automatizaciones y modernizaciones, este modelo ayuda a optimizar los costos, debido a la facilidad que las nubes públicas proporcionan. Optar por una solución en nube cuesta menos que mantener una estructura de TI interna en la empresa, eliminando el cambio de servidores, mantenimiento e incluso licencias específicas.
Esta tecnología crea un nuevo enfoque de almacenamiento e intercambio, lo cual permite que los datos y sistemas se mantengan en un ambiente de nube más dinámico y simple, para generar más agilidad y ahorro, además de escalabilidad y alto desempeño.
Los sistemas en la nube tienen una gran ventaja en relación con la seguridad, debido a la automatización de los servicios, la cual reduce la inestabilidad de las fallas humanas. Los proveedores de nube también siguen prácticas internacionales de seguridad y estándares de calidad ISO y tienen métodos avanzados de cifrado.
Ser flexible también genera ahorro de costos. La nube permite que diversas actividades se realicen de forma remota, por medio de dispositivos que facilitan el acceso a las operaciones, introduciendo el concepto de movilidad dentro de las empresas, trayendo ganancias de productividad.
La computación en la nube, como todos los cambios, generará una deconstrucción en el modelo tradicional de la TI, creando nuevas composiciones y estructuras dentro de la empresa.
Sin embargo, se debe enfrentar como una evolución para el sector, el cual recibirá más calidad y capacidad, innovación, agilidad e inteligencia para el área de tecnología.
La nube simplificará la gestión de TI para la empresa. Por ejemplo, las tareas que antes se ejecutaban de forma complicada, ahora serán más simples con el uso de nuevos recursos o creación de nuevos ambientes para producción.
En general, la gestión de la nube, cuando se configura correctamente, garantiza un alto desempeño y disponibilidad de los negocios, mejorando la experiencia del usuario.
Son infinitas posibilidades en una inversión que contribuye al crecimiento de la empresa, volviéndola moderna y mejorando su gestión de oferta de servicios y productos.