¿Cómo ahorrar en computación en la nube? Consejos prácticos.

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La clave es monitorear y optimizar constantemente los recursos para garantizar que nada se salga de control. 

 

La computación en la nube es una realidad del día a día de la mayoría de las corporaciones, pues ofrece flexibilidad, escalabilidad y eficiencia. Sin embargo, a pesar de los incontables beneficios, es común que las empresas acaben enfrentando altos costos inesperados con estos servicios. Esto generalmente sucede debido a la falta de planeación adecuada y a la ausencia de información sobre cómo optimizar el uso de la nube.  

 

Exploremos algunos consejos prácticos para ayudar a tus clientes a ahorrar en computación en la nube, Para esto, trajimos con estrategias y buenas prácticas que pueden reducir costos, mejorar la gestión de los recursos y garantizar que las empresas estén aprovechando al máximo el potencial de la nube sin comprometer su presupuesto. ¡Descúbrelo aquí! 

 

Consejos prácticos para ahorrar en la nube 

 

Evaluar y optimizar recursos 

Antes que nada, hay que hacer un análisis detallado de los recursos que la empresa utiliza en la nube. Identifica qué instancias, almacenamiento y servicios son realmente necesarios y cuáles están infrautilizados o inactivos. Realizar auditorías periódicas es fundamental para ajustar las necesidades y prescindir de recursos no esenciales, evitando costos innecesarios. 

 

Elegir el plan adecuado 

Las principales plataformas de computación en la nube ofrecen diferentes tipos de planes, cada uno optimizado para tipos específicos de carga de trabajo. Por esto, es necesario elegir el que mejor atiende las necesidades sin pagar por recursos innecesarios.   

 

Utilizar Auto-Scaling  

Configurar auto-scaling para ajustar automáticamente la capacidad de los recursos con base en la demanda real. De este modo, es posible evitar pagos de recursos que están inactivos o infrautilizados. 

 

Apostar por la Multi-Nube Híbrida   

Utilizar diferentes tipos y proveedores de almacenamiento en la nube para diferentes necesidades es una excelente forma para ahorrar. Por ejemplo, es posible mantener datos críticos en almacenamiento de alto desempeño y datos a los que menos se accede en lugares diferentes.   

 

Gestionar datos 

Mantener una buena práctica de gestión de datos, incluyendo la eliminación de datos obsoletos y la compactación de archivos. Aprovechar las herramientas de análisis para identificar datos que pueden moverse a soluciones de almacenamiento más económicas o archivarse. 
 

Automatizar tareas 

Esto reduce la necesidad de intervención manual y minimiza errores, contribuyendo al ahorro en general. 

 

Educar el equipo  

La capacitación es la pieza clave para reducir gastos en la nube. Por lo tanto, es clave capacitar al equipo para entender las mejores prácticas de uso de la nube y cómo gestionar los recursos de manera eficiente.  

 

Al implementar estos consejos prácticos, se puede aprovechar al máximo los beneficios de la computación en la nube, mientras se mantienen los costos bajo control. 

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