Después de innumerables experiencias realizadas en varios países, algunas escuelas y universidades han adoptado nuevos enfoques de enseñanza en los que profesores y estudiantes se convierten en coalumnos que transforman los salones de clases en lugares de aprendizaje colaborativo. La idea es hacer que los estudiantes participen más en las clases y dejen de ser meros receptores de una orientación o instrucción impartida por un docente, al darles oportunidad de actuar como mentores que ayuden a otros alumnos y en algunos casos, a los propios profesores.
Este nuevo escenario puede ofrecer a los alumnos un panorama más actual del sistema educativo y mayor independencia en el aprendizaje. Un ejemplo interesante sobre esto es Consolarium, una empresa que crea métodos de aprendizaje basados en juegos. Al someter a prueba sus productos en algunas escuelas de Escocia, logró invertir la relación profesor/alumno, al ofrecer a los niños la oportunidad de convertirse en expertos en los juegos y actuar como mentores de sus colegas y profesores. La idea fue transformar alumnos en investigadores involucrados en todo el proceso de aprendizaje, pasando por sus objetivos personales, hasta la participación en la elección de un profesor. Este concepto se denomina Flipped Classroom (Clase Invertida), que aporta una personalización en el abordaje del contenido.
Lo que debemos observar también es que la relación alumno/profesor se ha transformado en los últimos años debido al Blended Learning (aprendizaje semipresencial). Este tipo de aprendizaje tiene como principio básico la utilización de gadgets por parte de los alumnos para modificar y complementar el aprendizaje. En la enseñanza tradicional el alumno asiste a una clase y hace ejercicios en casa sobre el contenido. Hoy ya es posible hacer el camino contrario, es decir, asistir a la clase en algún de los gadgets y hacer los ejercicios en el salón de clases con el auxilio del profesor y los colegas de clase. Este es el futuro de la enseñanza en las escuelas y universidades, el 96% de los profesores cree que la tecnología en el salón de clases aumenta la dedicación del alumno al estudio del contenido. Además, el 87% de los niños americanos prefiere recibir contenido digital en vez de libros impresos.
Otro punto interesante, que está más relacionado a la participación de los padres en el aprendizaje de los niños, muestra que alumnos con padres más presentes en su educación suelen tener un rendimiento más alto en la escuela. La tecnología entra aquí como un factor determinante. Mediante sistemas educativos conectados y portales personalizados dedicados exclusivamente a los padres, éstos se pueden informar sobre las evaluaciones de sus hijos, calificaciones, participación en clase, conducta y muchos otros aspectos. Además, es mucho más fácil participar en reuniones con profesores y directores a través de herramientas de videollamada.
Fuentes: http://www.cisco.com/web/strategy/docs/education/CiscoEdBestPracticesWhitePaper-D2_V1.pdf
http://www.cisco.com/web/strategy/docs/education/Consolarium.pdf
http://www.pinterest.com/pin/140244975869821181/