Hace cerca de 10 años, para entender el comportamiento de un consumidor era necesario alimentar un banco de datos con los productos que fueron adquiridos en las tiendas y hacer investigaciones de mercado sobre la satisfacción y sacar el máximo de informaciones de clientes durante el tiempo en que permanecía en la compra.
Hoy, sin embargo, con el Big Data es posible conocer desde el perfil exacto de a quien le gusta una marca, hasta como ese consumidor se comporta, sus tendencias de compra, y como esas acciones se reflejan en el stock, campañas de marketing y previsión de compras. Todo a partir del análisis organizado de datos.
El Big Data es el responsable por filtrar esas informaciones de las diferentes fuentes y apuntar para el analista que es lo que el mercado está necesitando en determinado momento. Con informaciones más claras acerca de lo que el público está buscando el comercio logra prepararse con más calma y estrategia para atender.
Es posible rastrear, por ejemplo, un atleta que está comprando unos tenis, buscando modelo, precios, disponibilidad en el stock, en sitios webs específicos. También una mujer que está buscando un cosmético en específicos, a quién se le puede sugerir otras opciones de fórmulas y marcas de campañas publicitarias para que aparezcan en las páginas en las que se está navegando en el momento.
Con esos datos en manos, es posible, por ejemplo, hacer un control de stock eficiente, comprar menos o más de determinado producto, para disminuir el número de productos parados en el stock y los costos de almacenamiento. También es posible dirigir campañas de marketing virtuales a personas que realmente tienen el interés por la marca, accediendo a ellas a través de los dispositivos que más acostumbran usar.
Respecto al marketing, son pocas las empresas que logran acompañar el proceso de navegación del cliente, considerando importante apenas el último clic que lo hizo llegar hasta el portal de compras. El producto pudo haber sido expuesto al cliente en diferentes páginas de internet antes de haberse decidido por la compra. Con el Big Data es posible evaluar estos procesos y saber cuáles son las páginas que generan más retorno para el negocio, y así recibir mayores inversiones publicitarias.
Es como una bala fija de un francotirador, cuando la persona está conectada a cualquier dispositivo de internet, es posible saber dónde está, lo que está buscando y lo que pretende comprar y así se le ofrecen los productos, se sugieren complementos y accesorios practicante en tiempo real. No solamente en el mundo virtual, sino también en las tiendas físicas es posible capturar informaciones que deban ser analizadas.
Existe un dispositivo que puede ser acoplado al lector óptico de la caja y que procesa todos los datos de ventas de los clientes. A partir del almacenamiento de esas informaciones es posible saber quién compra en la tienda, a través de que medio, y cuáles fueron las campañas de marketing y promociones dentro de la tienda que le influenciaron, entre otras informaciones.
Además de ayudar a trazar el perfil del cliente, colaborar en la compra de nuevos productos, ayudar en el control de stock, la tecnología se torna aún más eficiente cuando se sincroniza con la cadena de suplementos. Quien vende al por menor logra programarse mejor al hacer sus encomiendas impidiendo que determinados ítems se acaben y que ventas sean perdidas.
Los más antiguos pueden defender que la sensibilidad del vendedor es lo que trae el éxito en las ventas, sin embargo, es difícil no aceptar que hoy en día las posibilidades que el Big Data ofrece son más fáciles y eficientes al momento de generar resultados. Ahora depende de la empresa invertir en la tecnología y evaluar exactamente los datos que fueron recogidos utilizándolos a su favor.
Fuentes:
http://www.information-management.com/blogs/big-data-analytics/the-importance-of-data-in-understanding-true-sales-performance-10027776-1.html
http://ecommercenews.com.br/artigos/cases/big-data-invade-o-e-commerce-do-estoque-ao-marketing
https://endeavor.org.br/big-data-qual-e-o-tamanho-e-quanto-ele-realmente-vale/