La impresora 3D ya es una realidad en varias áreas como la medicina y odontología, en la fabricación de prótesis por ejemplo, así como en la industria, para la fabricación de piezas.
La impresora 3D está rompiendo paradigmas y moviendo varios mercados como el de logística, almacenaje, minoristas, empresas que hacen mantenimiento de máquinas y empresas que producen piezas de sustitución.
Pensemos en un campo que produce a gran escala, que tenga varios tractores, implementos agrícolas y pulverizadores. De repente la pieza de una máquina se daña. El coordinador entra en contacto con la asistencia técnica, que manda un especialista para que evalúe el problema, éste solicita piezas para el arreglo, después viene un mecánico y hace el reparo. Con la impresora 3D, la hacienda ahora puede imprimir la pieza que se dañó, disminuyendo brutalmente la cuestión logística, el transporte de equipos, y el tiempo en el que la máquina permanece dañada.
Posibilidades como éstas relacionan directamente quipos de TI, tanto del lado del cliente que imprime la pieza y especialmente la empresa que provee el archivo con todas las especificaciones para que se produzca esa pieza. Si la impresión 3D se globaliza, es fácil imaginar el robo de la propiedad intelectual, así como la falsificación de productos e industrias enteras sacudidas financieramente a causa de compartir excesivamente archivos.
Fue lo que sucedió, por ejemplo, con la industria de la música y el cine, en medida que se volvió común compartir archivos digitales. Las industrias de estos segmentos necesitan reinventarse para disminuir los daños, pero nunca podrán detener el intercambio gratuito de sus bienes. Especialmente con la creación de aplicaciones que permiten oír canciones gratuitamente, así como ver películas sin necesidad de adquirirlas.
Con el fin de prevenir situaciones similares, el equipo de TI necesita pensar desde ahora en formas de proteger el IP de impresoras 3D. Comprobando el código, fijando los archivos y su paso a través de la red corporativa, además de limitar o bloquear el uso compartido de archivos y el uso de la impresora 3D del usuario final. Cualquier acción afectará directamente en la ganancia de las empresas.
De acuerdo con la investigación hecha por la Tech Pro Research, con 642 ejecutivos en todo el mundo, 60% de los entrevistados en una amplia gama de industrias en 2014 ya usan o pretenden usar impresoras 3D. El informe mostraba que, aunque la impresión 3D anteriormente era vista como un producto para un público determinado, esa percepción está sufriendo algunos cambios y ahora empieza a ser una opción más para las empresas.
De acuerdo con este estudio, un informe de 2014 de Gartner, afirma que entre dos a cinco años, habrá una mayor adopción de impresiones empresariales 3D, alimentada en parte por la aceptación y el uso continuo de software 3D, precios más accesibles para la adquisición de las impresores y sus materias primas, scanners 3D, locales de servicios de impresión y un mercado que promete crecimiento e inversión por parte de las empresas.
El formato de archivo usado para ejecutar la mayoría de las impresoras 3D es el STL, que es sólo una serie de mallas triangulares que describen el objeto 3D. Si un cliente tiene los datos en ese formato, entonces podrá imprimirlo.
Existen varias formas de obtener los datos en ese formato si la empresa tiene los equipamos correctos. Así como es posible replicar la información y generar copias de archivos, también es posible que la competencia se apodere del archivo haciéndole estudios, evaluaciones y que con esto surja una innovación dentro de un proyecto que llevó años en ser creado.
Por el momento existen tres formas técnicas para proteger archivos: criptografía de datos, compartir los archivos a partir de un servidor seguro, o compartir archivos que no funcionan sin información adicional. Ninguna de esas opciones es perfecta, ya que las impresoras no tienen un recurso de criptografía, pero ya son algunas opciones.
Los desafíos del equipo de TI en este caso son semejantes a los que se encuentran al administrar políticas BYOD, solo que de una forma más amplia, una vez que los datos se estén compartiendo podrán ser la propiedad intelectual en el núcleo de toda la línea de productos de una empresa.
Fuentes:
http://www.informationweek.com/big-data/3d-printers-its-next-great-data-challenge/a/d-id/1321934
http://computerworld.com.br/proximo-desafio-da-impressao-3d-sera-melhorar-producao-em-escala