La Inteligencia Artificial (IA) permite que las máquinas tomen decisiones propias a partir de la programación de sus algoritmos y aprendizajes estandarizados. Puede facilitar el ambiente actual en donde se generan millones de datos por segundo, pero, al mismo tiempo, puede causar diversos problemas si no se aplica por medio de la programación correcta y consciente, respetando las leyes y derechos de los humanos.
Existen diversos casos que sirven de ejemplo y menciona sobre la necesidad de verificar de cerca la aplicación de la IA. Se identificaron adolescentes como terroristas, gracias al comportamiento de navegación y palabras que utilizan en búsquedas e interacciones en Internet. En la medicina, vemos a pacientes someterse a cirugías basadas en pronósticos de enfermedades que podrán desarrollar algún día, sin tomar en cuenta que podrían no surgir nunca.
Enfocándose específicamente en el mercado de trabajo, vemos procesos de contratación con base en análisis de perfiles computarizados, identificando aptitudes técnicas, pero sin considerar aptitudes personales, morales y éticas para trabajar en equipo.
Uno de los mejores ejemplos es el de los profesores de Houston, EUA, que terminó en proceso judicial.
Desde el 2011, el rendimiento de esos profesores es validado por el EVAAS (Educational Value Added Assessment System – Sistema de Validación de Valor Agregado), creado por el SAS Institute. El sistema rastrea el desempeño de los profesores con un algoritmo que compara los resultados de las pruebas de sus alumnos con el promedio estatal para alumnos de ese curso.
Por ello, este año, algunos profesores sintieron que el sistema realizo validaciones equivocadas, perjudiciales al proceso de enseñanza, pero no tenían como verificar si el programa era justo o tenía una falla. Resolvieron entonces, cuestionar el procesos de validación del software jurídicamente, argumentando que tales exámenes obligan a los profesores a reducir sus planes de aula, adaptándose a las preguntas de las pruebas estatales, incentivando a la memorización de contenido en vez del pensamiento crítico en estudiantes.
El juez federal responsable decidió a favor de los profesores, considerando el uso del programa como forma de violar los derechos civiles de los profesores, determinando que el distrito escolar debería pagar los honorarios desfasados a los profesores con calificaciones insatisfactorias en el sistema y automatizando la sustitución del EVAAS por otro programa de validación de desempeño.
Pero, aún con los desafíos arriba presentados, la Inteligencia Artificial consigue contribuir con la digitalización de las empresas. Para las compañías, esta tecnología es altamente positiva, una vez que los sistemas cognitivos permiten retener millones de datos generados por el negocio, clientes, abastecedores y socios, para así clasificarlos y ofrecer de forma editada a los responsables por analizar y transformar los datos en información.
El principal impacto social de la AI probablemente sea la sustitución de trabajadores por máquinas, sea en el proceso productivo de las industrias 4.0 o en la punta de la cadena, como por ejemplo, la atención al cliente.
Investigadores de la Universidad de Oxford realizaron una encuesta mundial analizando 702 ocupaciones y sus oportunidades de automatización para los próximos 20 años. Se hizo una escala considerando los puntos débiles de los robots y de cuáles profesiones exigen de un ser humano y no de una máquina, dependiendo de la capacidad de desarrollar soluciones creativas, de las interacciones sociales y habilidad de negociación.
En el resultado de esta investigación, la profesión con 99% de probabilidad de desaparecer es telemarketing. Otras ocupaciones que merecen mencionarse son:
Todas esas actividades ya han comenzado pruebas con robots, algunas mostrando un funcionamiento con resultados satisfactorios para las empresas inversoras.
De acuerdo con una encuesta de McKinsey Global Institute, se pronostica que China pierda cerca de 395 millones de puestos de trabajo gracias a las máquinas en los próximos 3 años. Las investigaciones apuntan que en este mismo periodo de tiempo, India debe perder 235 millones mientras que los EUA tendrán 60 millones de empleos extintos.
Por otro lado, especialistas que defienden el uso de la Inteligencia Artificial afirman que la tecnología no sustituye a las personas, pero aumenta su capacidad de hacer mejor su trabajo al expandir su campo cognitivo. La verdad, es que los profesionales que combinan los desarrollos tecnológicos y tengan facilidad de actuar en consonancia con los robots, tendrán más oportunidades de mantenerse en el mercado.
De acuerdo con la encuesta de la IDC, las empresas que desarrollan tecnología relacionada a la Inteligencia Artificial, deben tener un aumento de cuenta exponencial para el 2020. En el 2016, las empresas del sector presentaron un rendimiento de 8 billones de dólares y la predicción para 2020 es que este número llegue a los 47 billones.
Estudios apuntan que desde el 2012 el financiamiento a proyectos en AI aumentó 8.5 veces, siendo que el crecimiento anual en inversiones está en próxima al 55%, esta tecnología llegó para quedarse, especialmente para el mundo corporativo, ya que las empresas quieren disfrutar de sus beneficios para el desarrollo de sus negocios.