La necesidad de actualización de las empresas de TI es un punto importante en básicamente cualquier lugar del planeta, pero es una tendencia creciente, en especial, entre las empresas mexicanas de TI. La competitividad del mercado aumentó considerablemente y la transformación digital hace que los CIOs estén en alerta en relación a los cambios que vendrán en el ámbito estratégico.
Ese panorama es básicamente claro para empresas mexicanas que ofrecen servicios de desarrollo de software e integración de soluciones de TI. Estas compañías necesitan urgentemente adquirir conocimiento sobre las últimas cuestiones de actualización para conseguir ofrecer un buen servicio y las mejores soluciones para el cliente, trabajando constantemente con la innovación en mente.
Los proyectos digitales están creciendo de 3 a 4 veces más que otras iniciativas de TI en Latinoamérica, mientras que otras empresas todavía no saben cómo trabajarlos. Aunque no parezca, uno de los puntos más críticos en el proceso de transformación digital, es el cambio de la cultura corporativa. Sin ese cambio, los esfuerzos en el sentido de aplicar las actualizaciones en términos de soluciones y nuevas estrategias acaban derrumbándose.
Es obvio que la inversión en estas actualizaciones varía de acuerdo con el tamaño de la empresa, del ecosistema, de los objetivos del negocio a corto, mediano y largo plazo, así como por el número de procesos de negocios que ésta desea cambiar o sustituir. Y adaptarse a las nuevas tecnologías y a los nuevos procesos es un paso extremadamente complejo para las organizaciones, en especial para las más tradicionales del sector de TI. Entre tanto, es esencial cambiar la forma de pensar y observar al consumidor, pues la era de la información modificó totalmente la relación con él.
Datos del gobierno muestran que el 99.8% de las empresas en México son de pequeño y mediano tamaño (PyMEs), por ello, únicamente el 35% de éstas utilizan la TI en sus procesos. ¿Qué falta para que las empresas de TI atiendan a los otros 65%?
El canal vende a quién puede comprar. Cuando las grandes empresas les va bien con su cartera de clientes, como proyectos gubernamentales, los canales no dan prioridad a las PyMEs. Por eso, las oportunidades son gigantescas en este sector del mercado. Los fabricantes ofrecen información y entrenamiento al canal para mostrar lo que este puede ofrecer a las pequeñas y medianas empresas y compete a la administración de la empresa de TI dirigir sus esfuerzos para atender esa demanda.
El uso de tecnologías de la información puede ser entendido como el conjunto de procesos y productos relacionados con el almacenamiento, procesamiento, seguridad digital, monitoreo, recuperación y transmisión de datos. Según estudios, durante los últimos meses solamente el 6% de las pequeñas empresas de México utilizaron tecnologías de este tipo.
El gobierno mexicano ya percibió que necesita invertir en PyMEs para ser más competitivo globalmente, al igual que las empresas ya percibieron que con la digitalización, automatización de procesos y cargas de trabajo es posible aumentar 25% de la productividad y reducir cerca del 50% el tiempo de producción. Si el país y todas sus instituciones unieran fuerzas para transformar digitalmente a la industria como un todo, México reforzaría sus peculiaridades en el mercado de TI.
Los cambios tecnológicos ya están ocurriendo en México, pero necesitan de un incentivo todavía mayor del gobierno, en los ámbitos legislativos y económicos para apoyar y modernizar a la industria mexicana como un todo, pero con los ojos hacia el desarrollo tecnológico de esas empresas de TI de los más diversos sectores. La intención es desarrollar el conocimiento y la inquietud dentro de las PyMEs para que puedan ser digitalizadas.
Las empresas mexicanas de TI necesitan estar atentas a las nuevas oportunidades que están surgiendo con el aumento de las inversiones gubernamentales en el sector de TI, y con relación también al fomento de la transformación digital que está desarrollando la necesidad de la actualización en prácticamente todas las empresas mexicanas, especialmente las PyMEs que todavía utilizan poco de la Tecnología de la Información en sus actividades diarias.