En poco tiempo, las máquinas conectadas a Internet sustituirán cerca del 35% del trabajo humano, especialmente en la gestión de calidad de la cadena productiva industrial. Es lo que prevén especialistas que están estudiando las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas de la 4ª Revolución Industrial, o Industria 4.0.
La automatización industrial es una aliada en la gestión de calidad, ya que los robots serán capaces de realizar análisis con alta precisión y menor margen de errores. A través de programaciones específicas, dispositivos con sensores IoT e Inteligencia Artificial (IA), por ejemplo, será posible realizar comparación entre piezas y las que fueron producidas con alguna falla, serán retiradas de la línea de montaje antes de ser utilizadas en el producto final.
La calidad es una preocupación constante de cualquier empresa desee mantener buena reputación y activos valorados que pueda afectar por falta de retiro de productos o reclamaciones constantes de fragilidad e inutilidad de sus piezas.
El Departamento de Política Científica y Economía de la Unión Europea realizó un análisis SWOT de la Industria 4.0 y una de las fuerzas enlistadas con la automatización industrial es justamente el aumento de la eficiencia y control de la producción, colaborando exponencialmente para la gestión de calidad.
La mano de obra especializada en el control de los atributos de las piezas y productos que serán sustituidas por robots, necesitará de mayor calificación para ser reubicadas para otros sectores de la empresa, con la expectativa de salarios más elevados.
Entre los puntos débiles y amenazas de la automatización industrial están, la pérdida de control del proceso productivo y la invasión de las redes por hackers que quieran secuestrar información, robar datos estratégicos o aún perjudicar competidores, implantando virus en los sistemas o reprogramando la operación de las máquinas.
En tanto, con el establecimiento de procesos y soluciones de seguridad eficientes, la adopción de la automatización en conjunto con la gestión de calidad trae diversos recortes de costos. Además de la gestión de calidad digital, de acuerdo con la investigación Industry 4.0 at McKinsey’s model factories, el control estadístico y el avance del proceso productivo también pueden reducir los costos de producción, alcanzando un ahorro entre 10% y 20% de ese modo, la fábrica aplica automatización en la cadena.
El término Industria 4.0 fue creado por los empresarios alemanes y define el aumento de la información en la manufactura, conectando máquinas y equipos autónomos a través de sensores de IoT con redes de Internet.
A través de esta conexión, los robots se controlan y coordinan de forma remota, siendo que los administradores pueden acompañar toda la producción, ajustando parámetros sin tener que pisar la fábrica.
Las expectativas con la 4ª Revolución Industrial son, dar escala y masificar el uso de tecnologías, desarrollar servicios y nuevos modelos de negocios con la gran disponibilidad de datos generados y principalmente, convertir a las fabricas existentes más inteligentes, para aumentar la productividad con calidad.
De acuerdo con otro estudio de la Mckinsey, la previsión es la sustitución parcial de la maquinaria ya existente, alcanzará proporciones entre 40% y 50% para los próximos 10 años, por lo tanto, la idea es reformular las tecnologías ya existentes, contemplando el costo de la administración.
No por eso las inversiones serán pequeñas. Una investigación de la PWC, realizada durante el 2016 con 2 mil empresas de 26 países, apunta que están siendo previstos costos cercanos a los 907 billones de dólares en aportes para el 2020 en la transformación digital, cerca de 5% de la cuenta de las empresas.
Con estas inversiones, las compañías esperan ver una reducción de costo en torno de 421 billones de dólares y ganancias en la cuenta por 493 billones de dólares por año. Números muy significativos para el escenario económico mundial.